El PSOE traiciona por segunda vez a España con respecto a Gibraltar.
El Alcalde de la colonia británica en Gibraltar, Fabián Picardo no ha tardado ni 24 horad en desmentir directamente al Ejecutivo de Pedro Sánchez y a la ministra de Asuntos Exteriores Arancha Gonzalez Laya.
La misma que habia hecho en el mes de Junio algo que ni el Ejecutivo de Zapatero se habia atrevido.
Reunirse de forma bilateral con una Colonia dándole un Status de País, que recordemos, España reivindica.
Hoy, tras vender lo contrario, el alcalde de la Colonia Británica en Gibraltar Fabián Picardo, niega rotundamente que España tenga ningún tipo de soberanía o de competencia sobre el aeropuerto y el puerto de Gibraltar por la aplicación del tratado Schengen - Frontex, lo que desdice rotundamente a lo afirmado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez el día anterior.
Muchos recordarán tal vez, cuando Fabián Picardo a principios de la década del 2010, dijo aquella frase de que el "Infierno se helaría" antes de que Gibraltar volviera a ser español.
Aquel bochornoso episodio fue el culmen, al vertido por parte de la colonia británica, de docenas de bloques de hormigón con pinchos, para que los pescadores de la línea y del Campo de Gibraltar, no pudieran faenar en las aguas españolas reclamadas también por Gran Bretaña.
Lo que otros menos ya saben es que lo actualmente acaecido con Gibraltar tras el brexit de Reino Unido con Europa, y que claramente se ha saldado a favor de la corona británica, no es la primera traición que un ejecutivo socialista efectúa y perpetra sobre España y sobre los intereses españoles.
Ya a finales de los años setenta del pasado siglo y principio de los ochenta el ejecutivo de Felipe González, selló con el gobierno británico encabezado en aquella época por Margaret Thatcher, la claudicación de España ante Gibraltar y frente a Gran Bretaña.
Hasta entonces, la política efectuada durante el franquismo, había hecho que Gibraltar estuviese prácticamente, en una situación crítica tanto social, económica como laboral.
El aislamiento que el gobierno de Franco y su ministro Castelao había efectuado sobre el Peñón, cumpliendo con el Tratado de Utrecht, hacía que la situación de Gibraltar para Gran Bretaña fuera muy preocupante, incluso nos atreveríamos a decir que límite.
Una dura diplomacia española ante las Naciones Unidas, con el triunfo con resoluciones exhortando a Gran Bretaña a entablar negociaciones con España sobre la descolonización del Peñón.
El cierre de la verja, incluyendo además potente inversiones por parte del Ejecutivo franquista en el Campo de Gibraltar, tales como la refinería hacía que en aquellos años, la Economía de la Línea fuece muchísimo más alta que la que existía dentro de la colonia británica.
Tal es así que el 75 % del ingreso y del Producto Interior Bruto de la colonia provenía del Ministerio de Defensa británico.
España por su parte, con la política de Verja Cerrada, Expansión Económica de la zona y una Ofensiva Diplomática Internacional, hacía que la entrega de Gibraltar a España, fuese posiblemente cuestión de años, tal como en otros casos tales como Macao o Hong Kong sucedió en 1997, con la devolución por parte de Portugal y Gran Bretaña de dichos territorios a la República Popular China.
Pero aquí las cosas cambiarían a favor de Reino Unido, ya que Margaret Thatcher, hizo una firme proyecto sobre como debería de ser el futuro de la colonia.
Esta debería de pasar por tres pilares fundamentales.
El Turismo
Ser paraíso fiscal
Mercadería -contrabando mediante la verja abierta con España lo que vulneraba el Tratado de Utrecht.
Para ello Margaret Thatcher, no dudó en transmitir al Gobierno español comandado por el socialista Felipe González, el chantaje y ultimátum de que si España no se apresuraba a abrir la verja, Gran Bretaña por su parte, vetaría la entrada de España a lo que era entonces la Comunidad Económica Europea.
El gobierno socialista claudico y en Diciembre de 1982 se abría la Verja con Gibraltar.
Esto a lo largo de los años, conllevaría un cambio sustancial del estatus económico entre por un lado, Gibraltar que incrementaría exponencialmente su economía, gracias a hacer un lugar opaco su paraíso fiscal, con impuestos muy bajos y por otro lado, el lado español o el lado de la península, qué vería como sus negocios se arruinan al no poder competir con la colonia británica y pasar de ser un territorio más rico que el que Gibraltar a someterse al parásito británico, el cual en un 80% extrae de negocios Off Shore, casos de corrupción, blanqueo de capitales, juegos y negocio por la verja, gracias a una laxa legislación sin apenas control a la llegada de grandes y opacos capitales.
Hay que recordar que la población censada en la colonia británica llega a las 30.000 personas prácticamente el doble hay de sociedades instrumentales en la misma junto al contrabando de tabaco y de otros productos un comercio con una presión fiscal muchísimo más reducida que la española y sede de organismos de dudosa legalidad ha convertido a Gibraltar, en la tercera renta per cápita del mundo y sembrando la esclavitud económica para la zona adyacente o de influencia.
Esto ha hecho qué Gibraltar según muchos, cuente con unos recursos económicos suficientes para poder expandir su expansionismo y área de influencia sobre la voluntad de políticos, administraciones, tanto locales autonómicas, nacionales e incluso periodistas, que han blanqueado sistemáticamente y se han postrado y claudicado, antes los intereses británicos traicionando el interés de los españoles
La Traición del Tripartito en 2004.
Ahora con el brexit que habría una nueva oportunidad para que España ejerciera su derecho legítimo a recuperar un territorio que le fue robado hace algo más de 300 años y por el cual toda la población nativa del Peñón se exilió a lo que hoy en día es San Roque Algeciras la línea he definitiva el Campo de Gibraltar se haya perdido.
España con la salida del Reino Unido de la Unión Europea, tenía la posibilidad de establecer un ambicioso y contundente proyecto de reindustrialización de la zona, de implantación e implementación de incentivos fiscales, que hiciesen directamente con un Gibraltar sin espacio físico, sin el apoyo legislativo europeo y amparo comercial, produciría sin duda alguna, el éxodo hacia la Línea y otras poblaciones, de dichas sociedades y empresas ubicadas en el Peñón.
Gibraltar ha vuelto a ganar a un gobierno socialista, que ha vuelto a traicionar a España a los españoles a su bienestar a su futuro y a su historia.
Y es lamentable y hemos de decirlo así, que Juan Franco, el alcalde de la Línea, no haya luchado por sus ciudadanos.
Tenía una oportunidad única para establecer una zona franca sobrada de territorio y espacio para aquellas empresas, que con el Brexit, salieran de Gibraltar para sembrar las bases económicas de prosperidad de empresas y de empleo y de incentivos fiscales y de legislación gracias a esa reivindicación que durante años ha hecho el alcalde del partido 100% la línea sobre una ciudad autónoma.
Pero hemos presenciado como también ha claudicado antes el enemigo y el pirata Picardo.
Las consecuencias están claras.
Gibraltar seguirá beneficiándose de su legislación privilegiada vs parasitismo con y para España, de su manejo desde esa cueva de la política española y de aquellos que quieren traicionar la y romperla y de la riqueza que extrae de la línea y de todo España para chantajear, con unos miles de puestos de trabajo, que no serán más que Mano esclava y miajas del Parasito y que convertirán a la línea en un suburbio de Gibraltar.