Para ello el gobierno británico otorga unilateralmente a la población gibraltareña y de las malvinas de un derecho que cuando menos chirria en la conciencia tanto española como argentina.
Pero antes esta vias de actuación por el foreign office, surgen las primeras reflexiones;
Su población ¿como se conforma?, ¿son los habitantes de esos territorios habitantes de las colonias desde que Gran Bretaña se instaló en ellos? o por el contrario¿ son repobladores de la City?,
En el caso de las malvinas
El territorio era de soberania española no obstante las visitas británicas provocaron con posterioridad una serie de fricciones con España y en 1740 se produjo un enfrentamiento armado entre las flotas de ambos países sin un claro vencedor. En 1764 el conde francés Louis Antoine de Bougainville estableció Port Louis en la isla Soledad y tomó posesión de las islas en nombre del rey de Francia. Ante la protesta española, en 1766 Francia accedió a evacuarlas y reconoció la soberanía española sobre el archipiélago, con la condición de indemnizar a Bougainville. Los 115 colonos franceses quedaron bajo el gobierno de Felipe Ruiz Puente, que procedió a construir una capilla y otros edificios, estableciéndose la Gobernación de las Islas Malvinas. Paralelamente, los británicos, en una expedición liderada por el comodoro John Byron fundaron Port Egmon en la isla Trinidad del grupo de las islas Sebaldinas. España logró la retirada de los británicos en el marco de los acuerdos llamados Convenciones de Nutka. En 1811 las Malvinas fueron evacuadas por los españoles, quedando desiertas hasta 1820, siendo sólo visitadas por barcos balleneros de diversas nacionalidades.
Establecimiento argentino y toma de soberania .
En 1820 el gobierno de Buenos Aires envió una fragata a tomar posesión y reafirmar sus derechos en las Malvinas, como sucesión de España. Desde 1823 concedió a Luis María Vernet la explotación de recursos de las islas. El 10 de junio de 1829 se creó la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas con asiento en la isla Soledad y jurisdicción en las islas adyacentes al cabo de Hornos. El 30 de agosto de 1829 Vernet fundó Puerto Luis.La posterior ocupación inglesa trajo consigo la repoblación del territorio por colonos britanicos , subditos de la corona inglesa y bajo su jurisdicción. ¿ Creen ustedes que un referendum de los colonos seria entonces una voluntad contraria a las tesis de la Metropolí? ¿britanicos solicitando ser Argentinos?
Veamos a continuación el caso de gibraltar,
El día 1 de agosto de 1704 se presentó ante la plaza fuerte de Gibraltar una flota aliada británica y austriaca con 61 buques de guerra, armados con 4.102 cañones y 25.585 hombres. ¡Muchos elementos de ataque para una plaza, fuerte por sus condiciones geográficas, pero que estaba defendida tan sólo por 100 hombres, con un centenar de cañones, muchos en mal estado. Recordemos tambien que un cañón tiene una dotación de cinco hombres.
El gobernador de la plaza, general de artillería D. Diego de Salinas, había pedido con urgencia refuerzos al Marqués de Villadarias..
El1 de agosto desembarcan en el istmo más de 3.000 hombres que acamparon en la línea de huertos.
El general Salinas y el alcalde de la ciudad habían alistado a los vecinos que quisieran defenderla, con lo que llegaron a reunir a unos 470 hombres.
A la mañana siguiente el Príncipe de Darmstadt envió una carta personal del Archiduque Carlos, firmada como Rey Carlos III de España, dirigida a las autoridades de Gibraltar donde les pedía que le aclamaran como legítimo Rey de España y dieran facilidades de aprovisionamiento al Almirante Rooke de paso hacia otros servicios de la Reina de Inglaterra.
Esta misiva iba acompañada de otra del Príncipe de Darmstadt para el alcalde de la ciudad, enseñando los dientes de acero de las armas si no se avenían a proclamar al Archiduque Carlos como legítimo Rey de España.
(No se invoca a la futura toma de la plaza por potencia extranjera si no por corona española)
Pero lo ciudadanos de Gibraltar habían jurado a Felipe V como heredero y por ello el Cabildo respondió con esta sencilla carta llena de honor y entereza:
Excmo Sr., habiendo recibido esta ciudad la carta de V. Exc. Su fecha de hoy, dice en respuesta: Tiene jurado por Rey y Señor natural al Señor D. Felipe V; y que como sus fieles y leales vasallos sacrificaran sus vidas en su defensa, así esta ciudad como sus habitantes, mediante lo qual no le queda más que decir sobre lo que contiene la inclusa, que es cuanto se ofrece, y deseo que nuestro Sr guarde a V. Exc los muchos años que pueda. Gibraltar y agosto primero de mil setecientos cuatro.
Al recibir esta emocionante carta, el Príncipe de Darmstadt debió quedar muy enojado y en cierto sentido bastante sorprendido, pues que un puñado de personas de todas las clases sociales ante aquella imponente fuerza no dudaban en afirmar sus convicciones y estaban dispuestos a luchar por ellas, debió dejarle desconcertado. Decidió tomarse algún tiempo para reflexionar, aquella noche debió ser muy amarga para los gibraltareños pues debían creer que los invasores atacarían en cualquier momento. Los vecinos, aunque asustados,no decidieron entregarse voluntariamente.
En ese impasse se dieron tres pequeños sucesos, que por parecer de poca monta no son relatados por los historiadores: primero saltó el viento, aunque no muy fuerte, fue lo suficiente para poner en cuidado a la escuadra sobre si aumentaría la fuerza del levante en los próximos días e impediría la operación.
El segundo fue que el general Salinas encontró el modo de hacer llegar las noticias y las cartas recibidas a Villadarias y pedirle refuerzos, si todavía era posible; gracias a lo cual podemos conocer hoy día el contenido de las cartas.
El tercer suceso fue que dos grande barcos de transporte cargados de tropas españolas que formaban parte de los atacantes fueron enviados fuera de la bahía de Algeciras para fondear al este de la Roca, donde la estructura de la costa no permite que los barcos grandes se arrimen a ella para desembarcar gente, tal vez por temor a que estos españoles hiciesen causa común con los sitiados. Esto fue ordenado por el almirante inglés, por lo que podemos suponer que los ingleses ya traían la idea de ocupar Gibraltar para su exclusivo beneficio.
En la mañana del día 3, a primera hora, el Príncipe envió a Gibraltar una misiva conminatoria dando media hora para la rendición incondicional. Los gibraltareños no se dignaron contestar a esta fulminante amenaza.
Al amanecer del domingo 4 de agosto, el viento había amainado, y se ordenó que la escuadra, desplegada en línea frente a la ciudad, abriera fuego contra ella; unos treinta barcos empezaron a cañonearla sin piedad, respondiendo la plaza con 4 cañones, cuyas balas no llegaban a los barcos. Cuando se vio que las fortificaciones del lado del muelle parecían estar destruidas por aquel fuego abrumador, se ordenó el desembarco de las fuerzas, frente a la resistencia de los defensores, la mitad de ellos paisanos y mal armados, que, por fin, ante la avalancha enemiga se retiraron volando antes una mina que habían colocado bajo una de las torres del muelle, con cuya explosión hundieron siete lanchas enemigas repletas de soldados.
El cañoneo había seguido, después de derruir las murallas, martilleando en la ciudad, que quedó practicamente destruida; por lo que, viendo la imposibilidad de defenderse apenas 400 personas contra tal fuerza enemiga, se izó bandera de Capitulación, que fue rápidamente aceptada por el Príncipe de Darmstadt. Hay que reconocer que las cláusulas de capitulación fueron benignas y perfectamente honorables, permitiéndose a los militares portar sus armas cuando se fueran y a los civiles sus efectos personales, incluso caballos o carros.
La única prohibición formal era para los súbditos franceses, los cuales sería considerados prisioneros de guerra. Podrían quedarse los vecinos que lo quisieran hacer, cuyos bienes y personas serían respetados siempre que se declararan leales súbditos del Archiduque.
Apenas una docena de personas se quedaron en la ciudad, el resto se marchó por tierra en un éxodo impresionante, confundidos los heridos con los ancianos, las mujeres y los niños. Algunos llegaron hasta el pequeño pueblo de Algeciras al otro lado de la bahía, pero la mayoría sólo llegó hasta la cercana ermita de San Roque donde acamparon, creando la ciudad que lleva el nombre de este santo peregrino y donde se guardan casi todos los archivos con los documentos de la Ciudad de Gibraltar, esperando la hora de devolverlos a la misma.
El Príncipe de Darmstadt sentía un vivo aprecio por los españoles, y creía que sus aliados eran de fiar. Esa mañana del domingo se llevaría la peor desilusión de su vida.
Los aliados bajaron a tierra para tomar posesión de la plaza, el Príncipe mandó izar en lo alto de la Puerta de Tierra, el lugar de honor de la muralla, el estandarte imperial del Archiduque, mientras que un heraldo clamaba por tres veces: Gibraltar por el Rey de España, Carlos III.
Esta ceremonia era contemplada en perfecta formación por parte de las tropas invasoras, también por el pequeño grupo de paisanos que habían decidido quedarse en la ciudad, así como por los escasos oficiales y soldados españoles supervivientes de la guarnición de la misma, que por la cláusula IV de la Capitulación no podrían salir de Gibraltar hasta tres días más tarde.
En el momento que el viento hacía ondear el estandarte imperial, el almirante inglés Rooke hizo un gesto imperioso al capitán Hicks, Este, junto con seis marineros británicos y un pífano y un tambor, subió hasta lo alto de la Puerta de Tierra arrancando de su lugar el estandarte imperial y permaneciendo con la bandera británica en sus manos; acto seguido subió hasta allí el almirante Rooke, cuando estuvo arriba cogió de manos del capitán la bandera inglesa y la tremoló por tres veces, mientras decía en voz alta y fuerte que tomaba posesión de Gibraltar en nombre de la Reina Ana de Inglaterra, ordenando a Hicks que pusiera una guardia de honor ante la bandera inglesa
Todo esto nos ratifica que el caso de gibraltar es la usurpación de un territorio nacional.
Que un posterior tratado firmado por las potencias y en la que españa como ente tal y soberana no toma parte, y que la villa de gibraltar ante el expolio , las violaciones, y el éxodo de su población es necesaria su repoblación por colonos principalmente britanicos de demás zonas del imperio inglés.
De nuevo nos tenemos que plantear las siguientes preguntas. ¿ Son los moradores de gibraltar como dice el gobiernos inglés los unicos y verdaderos legitimos habitantes del peñon? ¿ son colonos o britanicos? ¿ en un ocasional contexto de referendum colonos de ascendencia britanica votarian en contra de permanecer en Reino unido para ser parte de la Corona de España?, ¿Que situación juridica tienen los descendientes de los más de 4.000 gibraltareños obligados a la diaspora por no admitir la soberania en acto de mentira y pirateria internacional?
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CUANDO LOS POBLADORES NO SON BRITÁNICOS
Ahora miremos el doble brasero britanico , el verdadero fundamento de su politica , hacer legitimo lo que no es asi , miremos lo que ha hecho en la isla de Diego Garcia.
Los nativos de esta paradisíaca isla del Índico fueron expulsados para establecer una base militar americana.
Diego García es un atolón de 44 km² situado en el océano Índico. Esta isla es la mayor y la única habitada del archipiélago de Chagos y es uno de los territorios británicos de ultramar en el Océano Índico. La recibe su nombre del explorador español Diego García de Moguer, natural de la localidad de Moguer en Huelva, quien la descubrió en el S. XVI.
Controversia
En 1971 el Reino Unido y Estados Unidos firmaron un acuerdo por el que los británicos "alquilaban" la isla Diego García a los americanos para que éstos estableciesen en ella una base militar. Para ello, el gobierno británico expulsó forzosamente a los cerca de 2.000 habitantes de la isla que fueron destinados a las Seychelles y a Isla Mauricio. El Tribunal Supremo británico ha dictaminado que la expulsión de los nativos de Diego García es ilegal y que éstos tienen derecho a regresar. Sin embargo, esta sentencia nunca se ha hecho efectiva.
REFLEXIONES
MALVINAS y GIBRALTAR
Podemos asegurar que el gobierno británico cuando establece cotas de interés por territorios que le son cruciales para los propios intereses no de sus colonos sino de la propia metrópoli ,repobla los territorios con sus súbditos, elimina los nativos o los que les puedan no ser de su interés o le puedan ocasionar problemas,`posteriormente , les recubre de una falsa legitimidad tanto territorial,politica y jurídica - tanto a nivel local , nacional e incluso internacional y luego los convierte sea el collar del perro el que mejor se ajuste al dueño en lo que más les convenga.
Atañe a las autoridades españolas respecto a las Malvinas , el total apoyo en sus legítimas reivindicaciones a la Argentina pues pertenece a ellas la unica y total titularidad sobre las islas apoyo que no es gratuito sino fruto de los lazos culturales, politico e historicos con la nación americana.
Con respecto a Gibraltar compete a todos la defensa integral de territorio, de su devolución a la corona de España, la reposición tanto economica , moral y en sociedad de los más de 4.000 españoles que fueron invadidos injusta y falsamente por tropas británicas bajo el estandarte del archiduque Carlos y de sobretodo de sus descendientes, únicos y legitimos ciudadanos de la villa de Gibraltar , antes de la colonización tal y como dice la resoluciones de las Naciones Unidas y de su voluntad en futuras consultas sobre su vuelta a su situación dentro del marco legal Español.
la comunidad internacional no puede ignorar mas que G.Bretaña no cumple con leyes internacionales sobre el recalmo de territorios ocupados por la fuerza.
ResponderEliminar¡Por los clavos de Cristo, es doble rasero NO DOBLE BRASERO!
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