El priódico ultraliberal y antiespañol Wall Street Jounal se ha despachado con una infame editorial defendiendo el colonialismo britanico en Gibraltar y, lo que ya causa hilaridad viniendo de una publicación económica presumiblemente seria, es que ponga la economía del Peñón como ejemplo, una economía basada en el fraude fiscal, el lavado de dinero, el contrabando, el narcotráfico y el pillaje. En el fondo, no es más que otra supuración del tradicional racismo anglosajón contra los pueblos del sur de Europa. La dejamos completa para que el lector juzgue por si mismo.
España aprieta al Peñón.
Madrid codicia Gibraltar, pero haría mejor en imitarlo.
En algunas ocasiones, una semana puede ser mucho tiempo en política, pero en otras 300 años no bastan. El 13 de julio de 1713, España y Gran Bretaña firmaron el Tratado de Utrecht, en virtud del cual España cedió Gibraltar a los británicos “para siempre, sin excepción ni impedimento alguno”. Madrid continúa inventando impedimentos.
La última polémica tuvo lugar el mes pasado, después de que Gibraltar construyese un arrecife artificial cerca de su costa. Esto ha tenido el efecto, intencionado o no, de obstruir la pesca de arrastre española en las aguas que rodean al Peñón. España ha respondido ralentizando los controles en la frontera con Gibraltar. El Ministro de Asuntos Exteriores español también ha sugerido que su gobierno podría imponer una tasa de €50 por cruzar la frontera – ostensiblemente para recaudar fondos para compensar a los pescadores. Incluso se han escuchado propuestas desde Madrid para cerrar el espacio aéreo español a los vuelos a y desde el Peñón.
La desavenencia real es que España no acepta que Gibraltar no le pertenezca. El fallecido dictador Francisco Franco cerró la frontera en 1965 y aún hoy en día puede llevar horas cruzar la frontera en coche. España esgrime las compras libres de impuestos en Gibraltar como pretexto para retener el tráfico. Este asunto viene de muy lejos; tanto como el Artículo X del Tratado de Utrecht, el cual menciona el riesgo de que Gibraltar sea utilizado como base por parte de contrabandistas.
¿Qué hacer al respecto? El pueblo de Gibraltar apoya mayoritariamente su pertenencia al Reino Unido – en una proporción de casi 99 a 1 la última vez que se llevó a cabo una consulta, en 2002. La condición de Gibraltar como territorio libre de impuestos resulta vital para la economía local puesto que, aunque pertenece a la UE, está fuera de la unión aduanera y no comparte sus requisitos mínimos en materia de IVA. Convertirse en otro rincón andaluz más perjudicaría gravemente la situación de Gibraltar como destino de compras, a la vez que aportaría muy poco para solucionar los problemas económicos de España.
No cabe duda de que el gobierno de Madrid prefiere hacer sonar los tambores del nacionalismo antes que hablar sobre la economía nacional, pero estas distracciones no conducen a nada. El Primer Ministro británico, David Cameron, ha reiterado esta semana que el Reino Unido jamás entrará en negociaciones sobre el Peñón mientras sus residentes quieran seguir siendo británicos.
Con un PIB per cápita casi el doble que el de sus vecinos españoles y una tasa de desempleo del 3% comparada con un 26% al norte de la frontera, parece poco probable que la situación vaya a cambiar a corto plazo. Quizás una opción mejor para España sería intentar integrarse más en Gibraltar – al menos adoptando su modelo económico de bajos impuestos y libre comercio.
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