PERO QUIEN COJO.... ES ESTE PEDRO GARCIA?
SI ESQUE DE PRO - INGLESES SOSPECHOSAMENTE EN EL CAMPO DE GIBRALTAR HAY MÁS QUE PIOJOS EN ESPAÑA.
¿ PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO?
LEAN Y VEAN COMO SE PUEDE SER ANTI - ESPAÑOL Y NO AVERGONZARSE EN EL INTENTO.
FUENTE:http://www.cronicacampodegibraltar.com/?p=4092
Gibraltar
por Redacción • noviembre 22, 2012 • Opinión • 2 Comentarios
Por Pedro García García
Estimado señor Presidente, don Mariano: No sé exactamente cómo empezar esta carta, ya que soy consciente de que lo que le voy a decir, al margen de que probablemente nunca lo lea, va a ser difícil de digerir por usted y por su Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación. Verá, señor Rajoy, Gibraltar no es español, hace cuatrocientos años que es británico y por mucho que el señor García-Margallo increpe a su homólogo británico soltándole la vieja cantinela de “Gibraltar español”, al margen de avergonzarnos a todos los españoles por tamaña estupidez, Gibraltar continuará siendo británico.
Y es británico por muchos motivos: el primero, porque así se acordó en el Tratado de Utrecht; el segundo, porque los gibraltareños se sienten británicos y no hay ni uno al que le apetezca ser español; es más, les da muchísima pereza simplemente pensar en esa posibilidad, y es lógico ya que sus padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y así consecutivamente muchas generaciones, han sido británicos. Es más, señor Rajoy, los gibraltareños son más “british” que la reina Isabel II de Inglaterra.
Si usted visitase Gibraltar -que creo que es indispensable conocer los lugares y las personas antes de tomar decisiones-, se daría cuenta de que el planteamiento de un Gibraltar español es del todo inviable, pero ya no sólo porque a los gibraltareños les horrorice la idea de ser españoles, sino porque no hay ningún español en el Campo de Gibraltar que quiera que en el Peñón hondee la bandera “rojigualda”, ni uno; es decir, que salvo usted, su patriótico ministro y alguno de Logroño, no existe nadie que conviva con Gibraltar y que desee que pase a manos de nuestros sagaces gobernantes.
¿Y sabe usted el motivo? Realmente son varios, pero el principal, porque más de seis mil familias viven del Peñón y por mucho que quieran enturbiar la imagen de Gibraltar equiparándolo a Isla Tortuga -aquella legendaria isla donde se reunían los piratas de todos los océanos-, no va a conseguir sus propósitos. Evidentemente, prohibir que la reina de España fuese al jubileo de su “homóloga” inglesa, por los problemas de los pesqueros que faenan alrededor de “la roca”, ha sido el despropósito que avala su torpeza a nivel internacional.
Verá, señor Rajoy, esas “pataletas” que le dan a usted, y que le han dado al señor Aznar, porque Gibraltar no es español y que se traducen en “atascar” la frontera, a los únicos a los que está usted perjudicando es a los españoles. Sé que es muy difícil entender algo cuando no se vive, cuando no se conoce y cuando se juzga en la distancia, pero créame si le digo que el espectáculo es bochornoso y no se sabe si se está entrando en España, un país teóricamente civilizado, o en Bosnia-Herzegovina en plena guerra; ni en la frontera con Marruecos se forman las colas que organizan ustedes aquí. Y es por órdenes de “arriba” porque no hay otra explicación.
Hay veces que a uno le da por preguntar qué es lo que buscan para “asaltar” -porque es literalmente lo que hacen- los coches que atraviesan la frontera. Como evidentemente, les da vergüenza a los guardias civiles confesar que media docena de cartones de tabaco que pasan muchas personas para quitarse el hambre, porque en nuestro país hay gente que pasa hambre, divagan con otras excusas. Claro, cuando les replicas que si lo que buscan es droga, sería mucho más fácil que tuviesen un perro y no habría necesidad de organizar atascos, ya que los perros huelen pasando alrededor de los coches, como ocurre en la frontera de Marruecos, ¿sabe usted? No encuentro otro motivo para parar a un coche que conduce una señora, por poner un ejemplo, y ver el patético espectáculo de un agente de la Guardia Vivil tumbado en el suelo y dando golpecitos a los bajos de un coche. ¿Todo eso para media docena de cartones? Pues, vaya, a no ser que ustedes estén convencidos de que se trafica con misiles de largo alcance o algo así.
Y es que, don Mariano, para juzgar un lugar hay que conocerlo profundamente, vivirlo, y si usted, o alguno de sus innumerables asesores que pagamos todos los españoles, conociesen Gibraltar se darían cuenta de que es un lugar muy interesante y que es un privilegio, en contra de lo que usted y los patriotas de salón puedan pensar, tener dentro de nuestra península un trozo de Inglaterra, porque algo tan minúsculo como el Peñón da vida a toda una comarca y porque, además, es una plataforma importantísima para el comercio internacional. Y es que ustedes son tan básicos que relacionan una zona off shore con un nido de evasores de impuestos y así nos luce el pelo, porque, al mismo tiempo, para mayor despropósito, ustedes, los que tanto critican las sociedades domiciliadas aquí, son los que se dedican a amnistiar a los que sí han evadido capitales. Ni le comento lo benignos que pueden ustedes llegar a ser cuando el golferas de turno es un político de alta graduación o un banquero importante, ¿o no, don Mariano?
Verá, señor Rajoy, si usted, aparte de estudiar su brillante carrera que culminó afiliándose y encaramándose a las filas de la demagogia política, hubiese pisado más el mundo, se daría cuenta de que todos los países importantes económicamente tienen muy cerquita lo que ustedes llaman paraíso fiscal donde pueden operar sociedades, que no son delictivas, y que generan muchísima riqueza; pero, claro, eso es difícil de entender por mentes que se han pasado los últimos veinte años de la sede de su partido al congreso de ese mismo partido, y por ese motivo España, por ponerle un ejemplo, se ha quedado sin flota mercante, y por ese mismo motivo, por dejación y por poner al frente a los amigotes en vez de a los profesionales, ustedes los políticos, y sólo ustedes, hundieron el Prestige y organizaron una de las mayores mareas negras que ha habido en la historia de la navegación.
Mi consejo es que lo más inteligente es tener unas relaciones cordiales con Gibraltar, limar asperezas y, sobre todo, dejarse ya de pataletas que a los únicos que perjudican es a los españoles: cada vez que ustedes presionan para entorpecer la frontera se están tirando piedras a su propio tejado.
Le decía Zeus a Afrodita: “No son para ti, hija mía, las tareas de la guerra; conságrate, en tu caso, a las dulces obras del himeneo”. Pues eso, señor Rajoy, dejé de organizar atascos en la frontera de Gibraltar, que no va a conseguir nada, y ocúpese de que no se le vaya de las manos Cataluña, que eso sí que es España.
Estimado señor Presidente, don Mariano: No sé exactamente cómo empezar esta carta, ya que soy consciente de que lo que le voy a decir, al margen de que probablemente nunca lo lea, va a ser difícil de digerir por usted y por su Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación. Verá, señor Rajoy, Gibraltar no es español, hace cuatrocientos años que es británico y por mucho que el señor García-Margallo increpe a su homólogo británico soltándole la vieja cantinela de “Gibraltar español”, al margen de avergonzarnos a todos los españoles por tamaña estupidez, Gibraltar continuará siendo británico.
Y es británico por muchos motivos: el primero, porque así se acordó en el Tratado de Utrecht; el segundo, porque los gibraltareños se sienten británicos y no hay ni uno al que le apetezca ser español; es más, les da muchísima pereza simplemente pensar en esa posibilidad, y es lógico ya que sus padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y así consecutivamente muchas generaciones, han sido británicos. Es más, señor Rajoy, los gibraltareños son más “british” que la reina Isabel II de Inglaterra.
Si usted visitase Gibraltar -que creo que es indispensable conocer los lugares y las personas antes de tomar decisiones-, se daría cuenta de que el planteamiento de un Gibraltar español es del todo inviable, pero ya no sólo porque a los gibraltareños les horrorice la idea de ser españoles, sino porque no hay ningún español en el Campo de Gibraltar que quiera que en el Peñón hondee la bandera “rojigualda”, ni uno; es decir, que salvo usted, su patriótico ministro y alguno de Logroño, no existe nadie que conviva con Gibraltar y que desee que pase a manos de nuestros sagaces gobernantes.
¿Y sabe usted el motivo? Realmente son varios, pero el principal, porque más de seis mil familias viven del Peñón y por mucho que quieran enturbiar la imagen de Gibraltar equiparándolo a Isla Tortuga -aquella legendaria isla donde se reunían los piratas de todos los océanos-, no va a conseguir sus propósitos. Evidentemente, prohibir que la reina de España fuese al jubileo de su “homóloga” inglesa, por los problemas de los pesqueros que faenan alrededor de “la roca”, ha sido el despropósito que avala su torpeza a nivel internacional.
Verá, señor Rajoy, esas “pataletas” que le dan a usted, y que le han dado al señor Aznar, porque Gibraltar no es español y que se traducen en “atascar” la frontera, a los únicos a los que está usted perjudicando es a los españoles. Sé que es muy difícil entender algo cuando no se vive, cuando no se conoce y cuando se juzga en la distancia, pero créame si le digo que el espectáculo es bochornoso y no se sabe si se está entrando en España, un país teóricamente civilizado, o en Bosnia-Herzegovina en plena guerra; ni en la frontera con Marruecos se forman las colas que organizan ustedes aquí. Y es por órdenes de “arriba” porque no hay otra explicación.
Hay veces que a uno le da por preguntar qué es lo que buscan para “asaltar” -porque es literalmente lo que hacen- los coches que atraviesan la frontera. Como evidentemente, les da vergüenza a los guardias civiles confesar que media docena de cartones de tabaco que pasan muchas personas para quitarse el hambre, porque en nuestro país hay gente que pasa hambre, divagan con otras excusas. Claro, cuando les replicas que si lo que buscan es droga, sería mucho más fácil que tuviesen un perro y no habría necesidad de organizar atascos, ya que los perros huelen pasando alrededor de los coches, como ocurre en la frontera de Marruecos, ¿sabe usted? No encuentro otro motivo para parar a un coche que conduce una señora, por poner un ejemplo, y ver el patético espectáculo de un agente de la Guardia Vivil tumbado en el suelo y dando golpecitos a los bajos de un coche. ¿Todo eso para media docena de cartones? Pues, vaya, a no ser que ustedes estén convencidos de que se trafica con misiles de largo alcance o algo así.
Y es que, don Mariano, para juzgar un lugar hay que conocerlo profundamente, vivirlo, y si usted, o alguno de sus innumerables asesores que pagamos todos los españoles, conociesen Gibraltar se darían cuenta de que es un lugar muy interesante y que es un privilegio, en contra de lo que usted y los patriotas de salón puedan pensar, tener dentro de nuestra península un trozo de Inglaterra, porque algo tan minúsculo como el Peñón da vida a toda una comarca y porque, además, es una plataforma importantísima para el comercio internacional. Y es que ustedes son tan básicos que relacionan una zona off shore con un nido de evasores de impuestos y así nos luce el pelo, porque, al mismo tiempo, para mayor despropósito, ustedes, los que tanto critican las sociedades domiciliadas aquí, son los que se dedican a amnistiar a los que sí han evadido capitales. Ni le comento lo benignos que pueden ustedes llegar a ser cuando el golferas de turno es un político de alta graduación o un banquero importante, ¿o no, don Mariano?
Verá, señor Rajoy, si usted, aparte de estudiar su brillante carrera que culminó afiliándose y encaramándose a las filas de la demagogia política, hubiese pisado más el mundo, se daría cuenta de que todos los países importantes económicamente tienen muy cerquita lo que ustedes llaman paraíso fiscal donde pueden operar sociedades, que no son delictivas, y que generan muchísima riqueza; pero, claro, eso es difícil de entender por mentes que se han pasado los últimos veinte años de la sede de su partido al congreso de ese mismo partido, y por ese motivo España, por ponerle un ejemplo, se ha quedado sin flota mercante, y por ese mismo motivo, por dejación y por poner al frente a los amigotes en vez de a los profesionales, ustedes los políticos, y sólo ustedes, hundieron el Prestige y organizaron una de las mayores mareas negras que ha habido en la historia de la navegación.
Mi consejo es que lo más inteligente es tener unas relaciones cordiales con Gibraltar, limar asperezas y, sobre todo, dejarse ya de pataletas que a los únicos que perjudican es a los españoles: cada vez que ustedes presionan para entorpecer la frontera se están tirando piedras a su propio tejado.
Le decía Zeus a Afrodita: “No son para ti, hija mía, las tareas de la guerra; conságrate, en tu caso, a las dulces obras del himeneo”. Pues eso, señor Rajoy, dejé de organizar atascos en la frontera de Gibraltar, que no va a conseguir nada, y ocúpese de que no se le vaya de las manos Cataluña, que eso sí que es España.
El 4 de Agosto de 1704 unos piratas al mando de Rooke, hace 308 años y no 400. Tomaron el Peñón en nombre del Archiduque Carlos, pretendiente austríaco al trono de España, pero rápidamente cambiaron de idea y tomaron la plaza en nombre de la Reina Ana. La población de Gibraltar se exilió en San Roque (Cádiz).
En 1713, por el Tratado de Utrecht, España, representada por Luis XIV de Francia, tuvo que aceptar el robo de Gibraltar y Menorca, bajo amenaza de guerra. ¿Alguien cree que los paises “regalan” su territorio a otros países que son enemigos? ES ABSURDO. Gibraltar fué robado.
Inglaterra nunca cumplió Utrecht. Se cedió ciudad, fortaleza y puerto, sin jurisdicción alguna, y sin comunicación terrestre para evitar el contrabando de mercancías. Ellos se fueron apropiando de más y más territorio, hasta ocupar el istmo, donde está construido el aeropuerto, en territorio no cedido en Utrecht. en 1706 la Reina Ana de Inglaterra le concedió el estatus de puerto franco, lo que le permitió a Gibraltar vivir del contrabando de mercancías, tal y como actualmente ocurre.
El problema de Gibraltar no es sólo y exclusivamente un problema de soberanía como muchos piensan. Gibraltar es una auténtica sanguijuela de la economía de España. Aloja a 80.000 sociedades con una población de 30.000 habitantes. Muchas sociedades son españolas que buscan la baja fiscalidad para asentarse en la colonia, que es paraiso fiscal. Eso supone miles de millones de euros de menos en impuestos para el fisco español.
Si añadimos el contrabando de tabaco, alcohol, y otros productos, y la venta de gasolina, el bunkering ilegal en la Bahía de Algeciras….
El que piense que España se beneficia de la situación gibraltareña es que esta bastante mal de la cabeza.
Que Gibraltar vuelva a ser español, es INDISPENSABLE, es una tarea de TODOS.
¡GIBRALTAR ESPAÑOL!
Tampoco se entera usted de lo que significa ser población artificial. Todos esos gibraltareños a los que usted se refiere fueron ‘instalados’ como colonos por los británicos. De hecho la mayoría de los gibraltareños son descendientes de los trabajadores coloniales que en cierto momento, a mediados del siglo XX, fueron admitidos como población asimilada. Ni la ONU, ni el Tribunal de La Haya aceptan derecho de autodeterminación alguno a ese tipo de población, como demuestran los casos de Hong Kong, Goa, Walvis Bay o el Sahara Occidental. pero claro, no tengo esperanzas de que usted lo comprenda, cegado por la visión partidista del conflicto colonial. Todo vale para tachar de ‘fascistas’ a los que defiendan el cumplimiento de la legalidad internacional.
Porque luego viene la razón de todo, lo que explica toda su indocumentada carta. JUSTIFICAR TODAS LAS ILEGALIDADES DEL PEÑÓN. Porque no son 6 cartones (que también están prohibidos, y pruebe usted a traerlos de Ceuta, a ver qué pasa). Son mafias que arruinan al comercio legal y causan un gravísimo quebranto a la hacienda española en unos momentos de crisis fiscal. Porque como bien dice, es “una zona off shore con un nido de evasores de impuestos”, que son retraídos al gasto social en España, algo que parece olvidar, beneficiando la prosperidad de la colonia. Muy gracioso lo de “todos los países importantes económicamente tienen muy cerquita lo que ustedes llaman paraíso fiscal donde pueden operar sociedades, que no son delictivas, y que generan muchísima riqueza”. Pregunte por la FATCA.
Por último, este atento. España no tiene relaciones con Gibraltar, ni malas ni buenas. Y Gibraltar, como bien demuestra su nombre y su bandera, es tan español como Vic o Gerona