La BBC se alía con TV3 para insultar a España
27/03/2013 - 03:53
Fotograma del documental de la BBC sobre España
La cadena pública británica BBC ha demostrado ser, una vez más, una de las mejores televisiones del mundo, pero de las de barrio, y comparable en su sectarismo a la televisión venezolana.
No de otra forma puede calificarse tras ver el documental emitido este martes por su televisión ‘amiga’ de España –la autonómica TV3– en el programa Sense ficció (el mismo que hace una semana ofreció el sesgado documental sobre el Valle de los Caídos), producido por el canal público del Reino Unido sobre la situación económica de nuestro país.
Ya nos temíamos que el reportaje, que supuso en su momento una protesta del embajador español en Londres, Federico Trillo, sería sesgado viniendo de los hijos de la gran P. . . érfida Albión, pero lo que no nos imaginábamos es que la BBC no hubiera evolucionado absolutamente nada. Incluso en los subrayados musicales del documental se recurre a los tópicos rasgueos quejumbrosos de la guitarra. No podían faltar los fotogramas del agricultor atezado, requemado por el sol, con boina y alpargatas y el borrico aspeado y roñoso . . . pero imágenes de los años 40 del siglo XX.
Uno esperaría de estos colegas británicos, cráneos privilegiados del periodismo, algo más de empaque, aunque colegimos que, ya que el documental se destinaba a consumo interno, el nivel cultural y de alfabetización de la población británica debe de ser peor aun que el de España.
De otra forma es imposible entender el mejunje de idioteces mezcladas en una hora de reportaje absurdo que recurre inevitablemente a Franco –la querencia de la BBC por el anterior Jefe del Estado sólo es comparable a la de TV3–, para explicar el origen de nuestros males económicos actuales, y que nos retrotrae a la entrevista de Hendaya entre Hitler y Franco.
Claro que viendo a qué santo se han ecomendado, el historiador Paul Preston, británico como los autores del documental, se explica con facilidad. Es de suponer que el insigne hispanista ha conseguido imbuir de su pensamiento a los autores del programa. El narrador –en la versión de TV3 doblado, claro está, al catalán– vierte tonterías de este calibre: “El régimen brutal de Franco estaba marcado por una política económica concebida para aislar a España”, cuando es bien sabido que se recurrió a la autarquía porque se nos había aislado internacionalmente por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial.
España, no Franco, tuvo que apañárselas como pudo para sobrevivir, porque los aliados, presionados por la Unión Soviética, no prestaron apoyo alguno. Preston, sin embargo, dice que se rechazó la ayuda que Estados Unidos y el Reino Unido nunca nos ofrecieron.
Al margen de la insistencia en volver al pasado para justificar los males presentes, al abordar la situación económica actual el documental recurre a imágenes de la acampada del movimiento del 15-M en la Puerta del Sol de Madrid, al lanzamiento de bombas de humo por los mineros asturianos y a una serie de protestas y algaradas callejeras para dar la impresión del clima exacebardo, casi prerrevolucionario que vive España. (Hay motivos sobrados para ruborizarse con nuestra TVE, pero si yo fuera británico me avergonzaría de sufragar una televisión tan burda e insustancial como la BBC, que sigue viviendo de un falso prestigio).
El documental quiere abordar todos los aspectos: la burbuja inmobiliaria, la corrupción del poder, la crisis financiera y la quiebra de cajas de ahorro y hasta el proceso secesionista catalán, incluyendo imágenes de la manifestación de Barcelona de la pasada Diada que sirven –confrontadas con las rancias de Franco– para que entiendan los ingleses, irlandeses, galeses y escoceses (quizá por poco tiempo estos últimos) lo que es la democracia española.
Es como si para ilustrar el parlamentarismo británico recrearan la figura de su propio dictador (fariseos hasta el tuétano, embellecen su historia y le siguen denominando Lord Protector) Oliver Cromwell, que se cargó su parlamento y lo envolvió durante cinco años en un hatillo con Carlos I dentro.
Todas las facetas que presenta el documental se abordan con banalidad, carecen del más mínimo rigor, son superficiales y aparecen mal hilvanadas y secuenciadas, haciendo bueno el refrán: “Quien mucho abarca, poco aprieta”. Pero, eso sí, se consigue crear tal tremebundo tono, que si eres español debes pegarte un tiro: apenas hay medicamentos en las farmacias, medio país casi no puede ni comer, la supervivencia del Estado español está seriamente amenazada, etc.
Pero con ser lamentable todo esto, mayor tristeza provoca que diversos españoles, algunos tan conspicuos como Felipe González, Javier Solana, Joaquín Almunia, Pedro Schwartz, hayan contribuido, posiblemente de buena fe, a un engendro de tales carácterísticas, que sólo puede tener cabida en la sobrevalorada BBC y en su émula, la independentista TV3. (Por cierto, el documental se ha contraprogramado por la cadena catalana a la misma hora del partido Francia-España).
Los Ingleses siempre se han visto a si mismos como lo mejor de la especie humana... Incluso por encima de todos. Engreidos y borrachos, ladrones por todos los sitios por donde han pasado y si no id a ver el museo de historia... Creado a base de su tradicional latrocinio por el mundo.
ResponderEliminarQue opinen lo que quieran, los demas tambien tenemos nuestra opinion de ellos.
que se lo vendieron los Borbones a Inglaterra, que coño pedimos.
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